PEMEX: Después de 30 años de crisis viene el rescate exitoso por la Cuarta Transformación
Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha sido durante décadas más que una empresa: un símbolo de soberanía nacional y una de las principales fuentes de ingresos públicos. Sin embargo, su historia reciente está marcada por un deterioro progresivo derivado de decisiones políticas, mala administración, corrupción y un modelo económico que la utilizó como “caja chica” del Estado.
En este artículo revisaremos lo ocurrido en los últimos 30 años con PEMEX, desde el auge y declive de sus yacimientos hasta los precios récord del crudo en la época de Calderón, para finalmente entender cómo la Cuarta Transformación (4T) ha buscado rescatarla y reposicionarla como palanca del desarrollo nacional.
PEMEX y los últimos 30 años: una línea del tiempo
Años 90: Ajustes y carga fiscal excesiva
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1995-2000 (Zedillo):
La crisis financiera obligó al gobierno a utilizar la renta petrolera para rescatar bancos (Fobaproa). PEMEX sufrió una carga fiscal asfixiante que impedía reinversión en exploración o refinación.
Se priorizó la exportación de crudo sobre el fortalecimiento de la industria petroquímica y la autosuficiencia energética.
2000-2006: Vicente Fox y el inicio del declive
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2000-2004: El yacimiento de Cantarell, que había sostenido gran parte de la producción, comenzó a declinar aceleradamente.
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2004-2006: Se promovieron esquemas de contratos de servicios múltiples con empresas privadas, abriendo la puerta a una mayor participación externa.
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PEMEX siguió financiando gasto público sin recibir inversión suficiente.
2006-2012: Felipe Calderón y el petróleo en su apogeo
El sexenio de Calderón es clave porque coincidió con el máximo histórico de precios del petróleo:
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En 2008, la mezcla mexicana de exportación superó los 130 dólares por barril.
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México tuvo ingresos petroleros millonarios.
Pero, ¿qué pasó con ese dinero?
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Uso en gasto corriente y la guerra contra el narco:
Gran parte de los excedentes petroleros se destinaron a financiar la estrategia militar contra el narcotráfico y a cubrir gasto corriente del gobierno. -
Altísima carga fiscal sobre PEMEX:
La empresa entregaba entre el 60% y 70% de sus ingresos en impuestos y derechos. Esto significó que los recursos extraordinarios no se quedaban en PEMEX. -
Falta de inversión estratégica:
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Se anunció la Refinería Bicentenario en Tula (2008), que nunca se construyó.
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Las seis refinerías existentes quedaron rezagadas, operando a menos del 40% de su capacidad.
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Se mantuvo el modelo de exportar crudo e importar gasolinas.
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Deuda y corrupción:
A pesar de los ingresos récord, PEMEX aumentó su deuda y no hubo claridad sobre el uso de los recursos. La opacidad en el manejo de excedentes petroleros marcó este sexenio.
👉 La gran paradoja: hubo mucho dinero, pero PEMEX salió más debilitado. El país desaprovechó un momento histórico para reinvertir en soberanía energética.
2012-2018: Peña Nieto y la Reforma Energética
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2013: Reforma Constitucional que permitió contratos de producción compartida y asociaciones con privados.
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Se prometió inversión extranjera y reducción de precios, pero la realidad fue otra:
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La deuda de PEMEX se disparó.
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La producción siguió en caída libre.
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La refinación quedó prácticamente abandonada.
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Se orientó el sector energético hacia la apertura privada, debilitando aún más a la petrolera.
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2018-2024: López Obrador y el rescate de PEMEX
Acciones clave:
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Inversión en refinerías:
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Rehabilitación de las seis refinerías existentes.
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Construcción de la Refinería Olmeca (Dos Bocas) en Tabasco.
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Compra total de la refinería Deer Park en Texas.
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Reducción de carga fiscal: Se modificó el régimen fiscal para darle liquidez a la empresa.
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Combate al huachicol: Se redujo drásticamente el robo de combustibles, que significaba pérdidas millonarias.
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Autosuficiencia energética: El objetivo es dejar de importar gasolinas y procesar en México todo el crudo que producimos.
2024-2025: Claudia Sheinbaum y la continuidad
La nueva administración mantiene la línea del rescate energético:
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Continuidad en el fortalecimiento de PEMEX.
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Impulso a la transición energética con energías renovables, pero con PEMEX como actor central.
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Consolidación de la autosuficiencia energética hacia el final del sexenio.
PEMEX en cifras
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Deuda: En 2018 superaba los 110 mil millones de dólares; se ha reducido mediante apoyo fiscal y refinanciamientos.
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Producción: Aunque no volvió a niveles de 2004 (3.4 millones de barriles diarios), se estabilizó en alrededor de 1.8 millones, rompiendo la tendencia descendente.
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Refinación: De menos del 30% de utilización en 2018, hoy supera el 70% gracias a rehabilitaciones y nueva capacidad instalada.
Retos hacia adelante
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Mantener la reducción de deuda.
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Modernizar tecnología y procesos.
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Afrontar la presión internacional por descarbonización.
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Convertirse en actor relevante en la transición energética.
Conclusión
La historia de PEMEX en los últimos 30 años es la de una empresa estratégica que fue drenada para sostener las finanzas públicas, sin reinversión y con graves actos de corrupción.
Durante el sexenio de Calderón, en pleno auge del precio del petróleo, los recursos se destinaron al gasto corriente y a la guerra contra el narco, dejando a la empresa debilitada.
Hoy, con la 4T, PEMEX ha logrado frenar su caída, reducir su deuda, aumentar la refinación y retomar el camino hacia la autosuficiencia energética.
El rescate no está completo y los desafíos son enormes, pero la apuesta es clara: mantener a PEMEX como palanca del desarrollo nacional y símbolo de soberanía en el siglo XXI.
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